No se trata de competir entre países sino de sumar esfuerzos, unir experiencias y enfoques y sacar partido de las posibles sinergias empresariales, opina Sergio Almaguer.
Aquel viejo refrán popular dice que el pasto no es más verde en el patio del vecino. Sin embargo, cuando se trata de negocios, este dicho quizá no sea del todo cierto. Esto es algo que emprendedores y visionarios de varios países de Latinoamérica han sabido aprovechar para volver realidad sus ideas innovadoras y conseguir con ellas el éxito comercial dentro del territorio mexicano.
Y es que nuestro país es más que sólo un destino turístico atractivo para muchos extranjeros. También representa una gran oportunidad para generar ingresos al traer la innovación, sobre todo tecnológica, de sus empresas, permitiendo que los consumidores mexicanos disfrutemos de sus propuestas.
Desde la app para ordenar artículos a domicilio o la página web para comprar un automóvil seminuevo, algunas ideas fueron, en su momento, tan disruptivas que actualmente son parte de la cultura de consumo de los mexicanos y sentaron un precedente para sus competidores. Una gran parte de estas empresas revolucionarias fue creada por extranjeros latinoamericanos, consiguiendo capital de fondos foráneos en rondas de inversión, algunos incluso provenientes de Silicon Valley.
Estos emprendedores vieron las ventajas que les daba México para lanzar o hacer crecer su negocio y las aprovecharon. Así, hoy gozan de estabilidad y rentabilidad como sellos de garantía que sus marcas otorgan a futuros inversionistas y, al mismo tiempo, nos inspiran a aprovechar, nosotros también, todas las ventajas que el mercado mexicano puede ofrecer.
Por ejemplo, está el caso de Rappi que, en 2018, se convirtió en la segunda “empresa unicornio” en su país de origen, Colombia – lo que significa que es la segunda empresa que alcanzó o sobrepasó un valor de 1,000 millones de dólares. Como parte de su plan de crecimiento y expansión, este negocio había llegado a México dos años antes, en 2016, porque encontraba aquí un mercado potencial amplio en tamaño y diverso en hábitos al cual ofrecer su servicio de “domicilios” –nombre que le dan los colombianos a los envíos. Durante el confinamiento de COVID-19 incrementó sus pedidos y terminó por abastecer a los clientes que habían quedado abandonados por la ahora desaparecida SinDelantal.
También está Kavak, la primera startup mexicana en convertirse en una empresa unicornio, en 2020. Si bien mucho se dijo en los últimos meses sobre ésta, pocos saben que sus creadores son venezolanos. Estos emprendedores, tras su llegada a México, convirtieron su necesidad personal de buscar y comprar un automóvil en un país distinto al suyo, en una idea innovadora y negocio rentable. Quizá las facilidades y costos menores a los de Venezuela, así como una “mentalidad inmigrante” –dejar su país natal para construir y adaptarse a una nueva vida en otro; término del emprendedor cubano-estadounidense Glenn Llopis–, los pusieron en la exitosa marcha comercial.
Éstos son sólo dos ejemplos, pero existen más, lo que nos hace pensar, ¿por qué el territorio nacional? Según el estudio El fenómeno de la migración de emprendimiento a México , creado por la ONG Endeavor, una de las principales razones comerciales que hacen atractivo a nuestro país para los emprendedores extranjeros es el tamaño del mercado. México tiene la segunda economía más grande en América Latina y mayor penetración de internet entre su población, incluso más que en China e India.
Otra razón por la cual México es tan atractivo para emprendedores latinoamericanos es porque aún existen problemas anticuados pendientes por resolver en México, los cuales en otros países ya se han resuelto. Por lo tanto, el emprendedor puede ser quien dé esa primera solución para los mexicanos. Aquí es donde debe entrar el factor de “innovación”.
Y si bien, como indica también el estudio de Endeavor, la burocracia en trámites y la falta de acceso a capital (en particular desde la eliminación, en 2019, del Inadem) siguen siendo los principales obstáculos para el emprendimiento en México, la oportunidad de apostar por el terreno mexicano continúa siendo potencialmente tentadora y rentable para cualquier emprendedor.
Tenemos que abrir nuestra visión como la de aquellos latinoamericanos que, por convicción o circunstancia, han sabido detectar las oportunidades en nuestro país y las materializaron en empresas con futuro. Con esto, más que herir el orgullo del mexicano, invito a los emprendedores nacionales a seguir el ejemplo de nuestros vecinos y arriesgarse con una idea de negocio que sea tan innovadora que haga que los ojos de inversores de Silicon Valley volteen a verlos.
No se trata de competir entre países sino de sumar esfuerzos, unir experiencias y enfoques y sacar partido de las posibles sinergias empresariales.
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