Sara Kumetz lanzó la aplicación en octubre y en sus primeros tres meses sumó 15,000 suscriptores, la mayoría en México, pero también en Estados Unidos y Europa.
Sara Kumetz le dio un giro a su carrera hace 12 años: dejó el diseño publicitario y fundó una empresa para dar asesoría de imagen. Pronto, en su cartera de clientes hubo varios directivos de empresas que la contrataban para impartir cursos a las áreas de ventas o para asesoría personalizada. Cada año impartía talleres a una decena de compañías, como PepsiCo, Price Shoes o Univisión.
Pero en medio de la pandemia de coronavirus, que llevó a muchas personas a trabajar en casa, y a interactuar con clientes, empleados y proveedores desde una pantalla, Kumetz decidió dar otro giro. Así creó una aplicación desde donde las personas pudieran tener asesoría de imagen y comprar las prendas, maquillaje y accesorios para crear los estilismos sin salir de casa.
En octubre, la emprendedora lanzó la aplicación Outfit 365, que en sus primeros tres meses sumó 15,000 suscriptores, la mayoría en México (el 70%), pero también en Estados Unidos y Europa.
En estos mercados, la moda ha estado entre las categorías más afectadas por la pandemia de coronavirus. Tan solo en México, las ventas de ropa y accesorios en tiendas físicas cayeron 27% en 2020, según datos de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD), que agrupa a cadenas como
Muchos consumidores frenaron la compra de estos productos para reenfocar su gasto en otros productos de primera necesidad, pero incluso aquellos que querían gastar en ropa, zapatos y accesorios se encontraban con las tiendas cerradas. En medio de las restricciones, el comercio electrónico se volvió, durante varios meses, la única alternativa para satisfacer el deseo de ropa nueva.
Kumetz vio una oportunidad de negocio en ello. Desde su aplicación, las personas pueden encontrar sugerencias para vestirse en cada ocasión, desde una junta por zoom hasta un viaje a la playa, según la forma de su cuerpo, colorimetría y estilo. Un algoritmo arma los estilismos con prendas y accesorios reales, de 130 marcas, a partir de la información proporcionada por los usuarios, como género, edad, forma de cuerpo, color de ojos, cabello y piel.
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La aplicación redirecciona a los usuarios a las tiendas en línea de las marcas recomendadas por el algoritmo, desde donde los usuarios pueden adquirir las prendas o los accesorios mostrados. Una oportunidad para que los minoristas atraigan a nuevos clientes más allá de sus tiendas.
“Outfit 365 muestra opciones que quizás los usuarios nunca se hubieran animado a probar. Quizá no tenían a una determinada marca en mente y cuando iban a comprar una prenda a un centro comercial nunca visitaban esa tienda”, dice Kumetz.
Con este argumento, la emprendedora ha comenzado a monetizar su aplicación. Una decena de marcas ya están dispuestas a pagar para ser mostradas entre las primeras opciones de estilismos que el algoritmo muestra a los usuarios.
Otra fuente de ingresos son los pagos dentro de la aplicación: aunque la descarga es gratuita, los clientes pueden pagar 100 pesos mensuales por obtener algunos servicios premium, como cupones de las marcas con las que la aplicación tiene convenio o asesoría de imagen online.
La mayoría de las descargas de la aplicación las han realizado mujeres (65%) de entre 20 a 35 años.
A pesar de que los compradores amaban manipular la ropa para saber realmente cómo les quedaba y cómo se sentían con ella puesta, en los últimos meses se han acostumbrado a comprar ropa en línea más rápido que otras categorías, como vehículos o muebles.
Una encuesta realizada por la Asociación Mexicana de Venta Online, y presentada la semana pasada, muestra que el 57% de los mexicanos ya prefiere comprar ropa en línea antes que en una tienda física. Esta categoría es la segunda que más se vende en los canales online, después de la comida preparada a domicilio.
Kumetz, sin embargo, ve un cambio en las tendencias de compra. “Ahora los consumidores son más selectivos, buscan prendas específicas para momentos específicos, más que hacer compras por impulso, que era un poco lo que pasaba cuando caminabas por un centro comercial”. Su aplicación busca facilitar a los clientes su decisión de compra.